La inmunonutrición busca mejorar el sistema inmunitario mediante la alimentación.
Sistema inmunitario y alimentación
Una de las líneas de investigación sobre el sistema inmunitario, es su relación con la nutrición, la Inmonutrición. Se trata de una ciencia moderna que busca la mejora de diferentes enfermedades y sus posibilidades terapéuticas mediante distintos alimentos. Desde que en 1959 la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó la evidencia de la interrelación entre nutrición e infección, existe un gran número de estudios que demuestran que la desnutrición crónica en niños y adultos es responsable de gran número de enfermedades y de la falta de respuestas inmunológicas ante cualquier tipo de agresión.
Según algunos expertos, la investigación en este área se centra en estudiar el efecto de alimentos y nutrientes en la flora intestinal y las moléculas mediadoras de la respuesta inmunológica. Los inmunonutrientes (como la fibra, las leches fermentadas, el omega 3, el hierro, los polifenoles y flavonoides, entre otros) pueden aportar mejoras en el tratamiento de un gran número de enfermedades y en pacientes en situación crítica. Por ejemplo, los alimentos funcionales son muy importantes en la salud digestiva, la administración de prebióticos y de probióticos regulan muchísimo la fisiología intestinal y pueden tener un efecto inmunomolulador.
Cómo funciona el sistema inmunitario
El sistema inmunitario es una red compuesta por un conjunto de órganos, tejidos y células que trabajan de forma conjunta para protegernos contra enfermedades.
Se encuentra en todas las partes del cuerpo, aunque el intestino concentra un 70% de este mecanismo de defensa.
Otros componentes de gran importancia se encuentran en órganos como el timo, la médula ósea, los ganglios linfáticos, el bazo y los tejidos linfoideos asociados a las mucosas.
El sistema inmunitario tiene dos niveles:
La inmunidad innata que comprende las barreras superficiales y las células y moléculas con actividad natural.
Y la inmunidad adaptativa.
El primer nivel protege contra las bacterias, virus y parásitos que quieren penetrar en el organismo. Si esta barrera no consigue detenerlas, el sistema inmunitario innato actúa contra ellas de forma genérica. La defensa adaptativa actúa de manera específica en caso que el segundo nivel tampoco haya abatido al patógeno, y permite la memoria inmunológica para futuras agresiones.
Si el segundo nivel lo ha abatido al patógeno, la defensa adaptativa actúa de forma específica, y establece la memoria inmunológica sobre el mismo patógeno para futuras agresiones.
Como conclusión
Los expertos destacan la importancia de apoyar la investigación sobre el sistema inmunitario para comprender y actuar sobre un gran número de enfermedades como alergias, infecciones o enfermedades cardiovasculares.