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La vida después del COVID-19

  • Categoría de la entrada:Salud

¿Cambiará nuestra forma de relacionarnos? ¿Marcará nuestra relación con la naturaleza?

Algunos piensan que sí, que seremos diferentes y que veremos el mundo de otra manera. Otros piensan que esto no nos durará mucho y que volveremos a nuestros hábitos de siempre.

¿Quién tiene la razón?

Tendremos que esperar para verlo. Lo que sí es cierto es que hemos tenido la oportunidad de ver cómo es el mundo en el que vivimos. Un mundo interconectado, interdependiente y que depende de la solidaridad para sobrevivir.

Esta pandemia nos enseña que:

  • Nos necesitamos los unos a los otros. Sin tener conciencia del bien común, no podremos afrontar ninguno de los retos que se nos presentan como sociedad: salud, sostenibilidad o la emergencia climática.
  • Que sin la salud colectiva el mundo se paraliza. Las empresas y la economía se han quedado detenidas dentro y a través de las naciones.
  • Que para que exista salud colectiva debemos pensar los unos en los otros. La salud individual afecta a la salud colectiva.
  • También ha dejado en evidencia las grandes desigualdades sociales. Mientras hay muchos privilegiados que pueden quedarse trabajando desde casa, otros, sin embargo, tienen que seguir saliendo a la calle para hacer su trabajo. Trabajadores fundamentales con salarios precarios, que cuidan y curan enfermos, distribuyen alimentos, trabajan en tiendas de alimentación, limpian centros sanitarios y lugares de trabajo, etc. En definitiva, personas que aseguran al resto que sus necesidades se sigan supliendo mientras ellos se ponen en riesgo a ellos mismos y a sus familias.
  • Los colectivos vulnerables continúan siendo los más golpeados por esta crisis económica, ya que traerá consigo una ola de desempleo que afectará sin duda a los colectivos de siempre.
  • En el corto plazo, los negocios que dependen de una gran afluencia de personas tales como restaurantes, cafeterías, bares, discotecas, gimnasios, hoteles, teatros, grandes superficies, medios de transporte, etc. tendrán que implementar diferentes maneras de funcionar.

Lo que es innegable es que nuestras relaciones serán diferentes, al menos en un principio.

Como sociedad tendremos que establecer mecanismos para educar a nuestros hijos desde casa, muchos negocios se han dado cuenta de la importancia que tiene poder ofrecer sus servicios a través de internet, de hecho, los que tienen servicio online están sobreviviendo a esta crisis económica.

Lo más probable es que asistamos a un cambio en ciertos hábitos tales como, medios de transporte más sostenibles y menos contaminantes, más cadenas de suministros locales y más conciencia social.

Quien sí ha salido ganando es la naturaleza. Hemos podido observar cómo los animales se han movido libremente y cómo en muchas ciudades se ha visto un descenso significativo en los niveles de contaminación ambiental.

Al menos el planeta ha tenido un respiro.